Así como calentamos antes de "bailar", hay que "descalentar" después, para devolver el cuerpo a las condiciones iniciales al entrenamiento.
Estiramos bíceps y tríceps:
El objetivo fundamental de los enfriamientos es relajar el tono muscular después de la sobrecarga que nos ha supuesto el entrenamiento. Conseguimos con ello una completa relajación muscular y evita que nos resintamos al día siguiente del esfuerzo.
Estiramos cuádriceps:
Es aconsejable trotar unos minutos una vez concluído el entrenamiento, para ir enfriando y luego hacer unos estiramientos muy suaves.
Estiramos Gemelos y hay que adivinar: ¿¿¿quiés es quién???
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